Radio Tortura - Teratologías

Hace poco hice un viaje corto en avioneta, el trayecto, que duró escasos 25 minutos, fue particular. Y es que, aunque pueda parecer pretencioso, el sonido de los motores de éste aparatejo destartalado me martilló el cráneo, me hipnotizó. Pensé, inmediatamente, en Stockhausen, en Wolf Eyes, en Neubauten y otras formaciones que recurren o recurrían a sonidos corrosivos, llenos de metal, crujidos y mantras repetitivos para poner al oyente sobre un plano o varios.

La sensación, entonces, es bastante cercana a cualquiera que haya dormido en una casa donde los motores de los autos truenan en las mañanas, el ruido ambiente de la sociedad industrializada. Estos sonidos, que en principio pueden parecer oscuros o violentos, son en realidad guías, huellas indelebles; la manifestación de que el mundo ahora tiene los huesos metálicos. Música de máquinas para máquinas, algunos o todos, al menos ese es el deseo de nuestro hogar. Autómatas, partes del engranaje.

Este disco de Radio Tortura, apunta a ser un fiel reflejo de toda esa corrosión implantada; y asimismo, es un escape de los convencionalismos. Es la siempre presente atmósfera, ejercicios reales para la concentración y también para destartalarse la cabeza.

El alma ahora es un fierro.