sábado, 2 de agosto de 2014

Aurora.




El burro desafía a la moralidad mostrando su cuerpo tanto tiempo como para que veamos su alma, con la fina intención de quebrar la norma, afirmando su cuerpo, pues éste está habitado por el espíritu, y es a esta manifestación del universo algo a lo que no existe quién se oponga, así se oculten para salir de noche, cuando la pregunta Es ¿Existe la noche?.

El burro es un animal.

El burro canta y le salen rebuznos, no es animal que cante para aliviar, es un animal de carga, ¿Imaginan a Sísifo con un borrico?, tendría un no-tiempo, para él. Animal para el descanso, es un animal amigo, no es su castigo.

El burro aborrece las religiones.

El burro es un símbolo viril, no hay quien se atreva a negar  su descomunal verga.

El burro tiene sangre de sobra.

Es un pregón cuando oímos su voz, no canta pero indica que esta aquí. Aunque no canta el dolor que denuncia es el mismo nuestro. Yo pecador. El burro es libre.

El burro prefiere trabajar por amor. El burro no es marxista. Es amor.

El burro es apolítico.

El ser humano no existe «aún». El hombre es un animal. Dios está en los huesos.

El burro está lejos del sexismo. Para él el lenguaje carece de pipí o chocha.

El burro observa de lejos, ciudades, personajes y razas son para él un pool bacteriano, seres vivos.

Un burro es un burro, así como una flor es una flor, guiño, guiño.

El burro es la verga. Animal potente. Nosotros prepotentes. Dios impotente.

Mañana puede ser el vurro, con v de vicio, el vurro hace lo que quiere, al final hay quien entienda. Un vicio es un habito, una destreza.

El burro es el niño, su santidad. Si el fuego no se pudo robar, éste nacerá. Nace.

El burro es un ser incendiario, creador de fuegos, fuegos sacros. Conservar la pureza es hacer tabula rasa, requisito para sentir asombro. Burro niño, niño dios.

El burro saca de las sombras. El ruido es un elemento negado por la armonía que buscamos. No vemos el ruido, vemos apariciones, señales. Melodías.

El burro es un animal orejón. Sus orejas evolucionaron debido al hábito de escuchar. Para él los oradores nos tienen tramados, nos invitan al ensueño. El orden es para los hombres la rectitud de la línea. Para el animal el orden es una palabra y una palabra hace parte de un verso, un único verso es el universo. La parte organizada es atómica.

El burro escucha, las atronadoras voces, los vientos son lejanos extranjeros, hablando de fecundar a tímidas muchachas. El burro es atronado por las muchas voces a las que cantando pretende imitar. No canta bien, pero aún vive para indicar, allá van, los que huyen.

El burro es viajero. No tiene patria lo que brota de la tierra. Afuera es otro orden que no comprendemos. Todos miramos con horror las tumbas abiertas. Mirar hacia adentro para descubrir.

El burro tiene una erección.

El burro tiene un cuchillo. Es un tótem deliberado. Las señales se han liberado. Si las ves recorre el camino, tu camino, desobedece al orden, pues están chiflados los que tienen fe en la rectitud de un paso no dado. Depositan fe los absurdos, mientras los burros hacen caca.

universo de pulsiones, información, la deformación es comunicativa.

Es desobediencia. Deformidad.

El burro es informado. No hay otra voz que la deformada.

El burro tiene el poder de ser cutre.

Un burro incómodo.

Burro erecto en medio de todo,

su santidad.




1 comentario:

Boni dijo...
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