miércoles, 4 de diciembre de 2013

El burro es un ser temporal.


El 5 de diciembre nace The Burros Discos.

De una manera inapropiada, sin pedir permiso, se forjó este ser, éste al que aún no se le había reconocido el anhelo de cambio en esta quimera llamada Medellín. Dicho ser, llamado The Burros Discos, nació sin espacios; nació de conversaciones e intercambios musicales, nació de ir a toques, pero sobre todo, nació de la necesidad de crear un criterio de búsqueda diferente, un criterio que aún no se daba lugar aquí, un criterio que pudiera llamarse de alguna manera 'abstracto'. The Burros Discos nació de la necesidad de hospedar otras formas, otras ajenas a toda la parafernalia ya consolidada.

No estrictamente, pero en un término genérico, nacimos como necesidad de representar, en lo posible, toda esa gama de valores que significa la cultura underground, o la contracultura. Nosotros apadrinamos mucho de esto durante nuestras vidas y ahora queremos llevarlo al plano material, queremos que esos valores se hagan tangibles y se abran un espacio en la memoria, pero sobre todo, queremos que esos valores se materialicen en un movimiento que dé sentido al aburrimiento, a la monotonía teñida de tristeza, a la amargura y a ese tremendo deseo de reaccionar que muchos sentimos.

Buscamos descubrir con la música la forma más natural, la forma más primitiva, buscamos la música viviéndola. Tanto así que podemos decir que recurrimos a métodos -que hoy parecen obsoletos- en este esfuerzo romántico en el cual urgimos nuestra pesca, nuestra curiosidad musical, aquella genuina y apasionada, esa misma que nos ha llevado a sentir que vivimos y no que sobrevivimos. Por ello, en momentos como hoy, donde sentimos que vivimos en la especulación, donde los vestigios y cartílagos son más frágiles, y al mismo tiempo, son actos de impiedad y formas de abuso, un sello discográfico alternativo solo busca destruir la fachada tradicional y débil desde el romanticismo.

Nosotros, estamos sujetos a la inestabilidad y al cambio constante, a la esencia frágil y cambiante, tenue; a partir de entidades que cooperan en la realización de embriones, de células para el polimorfismo, realizando desde el umbral más discordante el sueño de empezar a crear ‘un propio underground’. En este sentido, lo hacemos con gusto, porque creemos en una nueva tendencia, creemos en la liberación cultural y moral, creemos que podemos librarnos de la mentalidad impuesta desde arriba a través de las organizaciones gubernamentales, las iglesias, los medios de comunicación, el falso mesías.

Tenemos el objetivo de erradicar la redundancia que se encuentra en el colapso de la sociedad juvenil colombiana mostrando sus signos más evidentes: la miseria de la homogenización y el barullo ensordecedor de una ciudad embriagada en folclor.

No queremos durar para siempre, pero sí queremos durar el tiempo necesario para forjar amistades y asentar personalidades por medio de la música.


The Burros es un ente transitorio.

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