Ah, febrero, mes del amor. Con este mes marcamos la vuelta a la actividad en éste, su amado blog. En TheBurros no sabemos por qué pero es notable en casi todos la felicidad que los transporta (¿será acaso porque la taza de natalidad se incrementa durante este mes todos los años?). Es sólo mirar alrededor para descubrirse en medio de un caldero de sensaciones, de gente sonriendo hasta deformarse. Tanta felicidad se debe, también, a la primera 15 quincena para muchos asalariados; es decir, para esa gran mayoría que nos representa. Muchas preguntas y respuestas. Habría muchas más si tomamos el reproductor, salimos a caminar y en éste llevamos el álbum de Backtrack - Darker Half.
Porque el mes del amor también es crudeza. Con escuchar este álbum, verás cosas, todas ellas arcanos, símbolos y estereotipos de una cultura (quizás). Muchas cosas son incomodas puesto que llevamos mucho tiempo viéndolas, aun así dejamos que éstas se realicen (porque representan felicidad para otro); que esto suceda no es sino un acto de altruismo, propio de este mes. Interiorizar, respirar, ommm.
Ver gente tropezar en las aceras, pisar mierda de perro y los ancianos abandonados son cosas de siempre, sucesos reales. Por algo en nuestros sueños éstas no existen. Cosas así no pasan cuando nos enamoramos. La música del amor es muy diferente a la música con amor. Esa atmosfera que lo arrastra todo, que hace fluir al todo (como dijo aquel viejo filósofo), también provoca el enojo. La música con amor es la respuesta, es enojo y es real. Al escuchar Backtrack vemos todo. No queremos ser movidos, no hay por qué ser transformados, no tiene sentido protegernos del olvido. El sacrificio y la ofrenda son iguales al prolongar la historia, al inyectar histeria. — ¡Qué pintura tan maravillosa! —.
Todas estas cosas bellas están en los sueños y en la TV, vamos tras los sueños cada que decidimos levantaros de la cama. Así no los hayamos conseguido ayer. El amor es una especie de motor inmóvil, —invisible no—, caustico y apenas la cabellera de algún gran dios. Por eso no lo entendemos, es tan grande. Tan resplandeciente para el que apenas se levanta, para aquel que despierta. Amor es el manto, el velo; el canto con furia rasga el fieltro, es amor. Backtrack es amor desde Long Island, un gran regalo que nos hacen para salir a las calles a verlo todo.
¡¡¡Ideal para dar abrazos parolo sin que nadie lo note!!!
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