miércoles, 28 de enero de 2015

Los Plones, o de fumar bareta frente a los tombos.



Tal parece está sucediendo algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados las bandas de punk de la ciudad; letras políticas, de anti política, de contracultura, de odio, de desobediencia y provocación se han apuntalado en el común de este tipo de bandas, el ya anquilosado discurso jura no morir ahora en muros virtuales, desde una lúdica de rebeldía el sonsonete no dista del pregón del fanático religioso. Con sorpresa vemos que  entre las propuestas de ruido local hay ya varias apuestas por letras cotidianas, de relatos callejeros plagados de situaciones irrelevantes como los reclamos de un loco a que no lo llamen por su nombre, ni por su sobrenombre, Achú.

Entre este manojo Los Plones son una banda de apellidos y apodos, sus narrativas son las de un grupo de pelaos que perciben la vida desde el hastío, la decepción y la ironía, sin embargo hacen evidente que la amistad es más importante. Por eso sus letras mencionan a parceros, noches de borracheras, perico y risas. Hay otras letras que hablan de botar gorra, de comprar bareta y del bobo del barrio; situaciones donde menos es más, sin tanta seriedad. La ciudad está enferma y Los Plones bailan sobre esa miseria, con letras que son síntomas de una roncha que siempre ha sangrado.

La vida en las comunas es algo que desborda el celofán con el que las ocultan. El Yunke, Pollo, La Rata, Rolo, El Gafas, Impre y todos esos anónimos, bajan de los barrios para que los paisas nos bajemos de las nubes. ¿Quieres una letra sobre tu cara de tonto? Seguramente Los Plones se diviertan al cantar de la vida, tu vida. 


...