La llamada estética de lo feo, a veces, es una mera construcción de la masa, un acto secundario con argumentos igualmente funcionales que no siempre resultan novedosos. Las vicisitudes de la historia del punk y post-punk nos enseñan que en la variada gama de la fealdad, lo kitsch y lo sombrío, siempre tienden a ser deliberadamente borrosos, y luego por alguna extraña razón, se regodean como las más elegantes chucherías, terminando siempre por conquistar un lugar en lo más alto de nuestro escaparate.
Asimismo Fasenuova, que en el abandono de la actitud se convierte, sin mayores escrúpulos, en la innovación pagana y hedonista que termina yéndose en contra de todo pronóstico, en contra de cualquier esquema. Ortigas púbicas da cuenta de ello, es la naturaleza que encuentra una salida en el gorjeo alucinado del individuo, es un viaje desde la danza, un trance animal que nos deja hasta que el cuerpo aguante y la mente encarne todas las virtudes y debilidades.
Podemos afirmar a Fasenuova como brillantes en su elección y valientes embajadores de lo grotesco, maestros que afilan de manera brillante y bella todo ese submundo que siempre nos venden como contracultura.
Aquí no hay moraleja o mensaje para la posteridad - ni ninguna otra tontería - sólo el caos a precios de ganga.
!!!... Ideal pa' peinarse con jabón rey.
FASENUOVA - ORTIGAS PÚBICAS (OZONOKIDS, 2007)
